Si hay una crema de chocolate conocida a nivel mundial esa es la Nutella. Una crema principalmente elaborada con cacao y avellana que tuvo su origen en Italia, cuando en la época de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, Europa se encontraba falta de alimentos básicos como el cacao. Un pastelero de Piamonte tuvo la ingeniosa idea de crear una especie de barra dulce de avellana y azúcar mezclada con un poco de cacao y que se servía colocada en una rebanada de pan, como la mantequilla, su nombre comercial era Giandujot. A medida que pasaron los años y el cacao ya era más fácil de encontrar, la receta se fue transformando, pasando a llamarse Supercrema y más tarde como la famosa Nutella, tan conocida, que hasta tiene un día mundial, que es el 5 de febrero. También existe la parte negativa de este dulce, por un lado, su aporte calórico y por otro, uno de sus ingredientes es el aceite de palma. Bueno, que deciros de esto último que ya no hayáis leído… si, es un producto no recomendado para una buena alimentación, pero ¿sabéis cuántos productos contienen aceite de palma y suelen aparecer entre sus ingredientes como aceite vegetal? Os sorprenderíais. La parte buena sobre el uso de aceite de palma en la Nutella es que al menos el daño ecológico que pueda ocasionar al planeta es mucho menor, ya que Ferrero, la marca que fabrica esta crema, usa aceite que procede de cultivos sostenibles. Además, para su elaboración, se usan productos de al menos seis países, y por ello, la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica catalogaba en 2013 a la Nutella como ejemplo perfecto de globalización y cooperación global. Toma ya! Y después de contaron todo esto sobre la famosilla crema, os dejo esta receta muy rápida y fácil de elaborar para chuparos los dedos antes y después de hacerla. Y si aún os queda Nutella que gastar, os dejo estas recetas para usarla: Magdalenas de nata rellenas de Nutella, espirales de hojaldre rellenos de crema de cacao y avellanas, estrella de hojaldre rellena de crema de cacao y avellanas y tarta semifría de Ferrero Rocher. Y ya solo me queda pedir a los señores de Ferrero, que si me leen, me manden una cajita de sus productos por agradecimiento, jejeje…
Ingredientes:
• 1 huevo de tamaño M
• 100 g de leche
• 300 g de harina de trigo *
• 1 cta. de levadura química **
• 100 g de azúcar blanca
• Nutella o crema de chocolate y avellanas ***
• Mantequilla ****
• Azúcar glas *****
* Cambiar harina por dos partes de harina de arroz (200 g) y una de Maizena (100 g)
** Usar levadura de repostería sin gluten o gasificante (Marcas: Royal, Hacendado, Schär, Adpan,…)
*** Aunque una gran parte de las cremas de cacao y avellana no contiene gluten, hay que verificarlo. La marca Nutella no tiene gluten.
**** Usar mantequilla con un mínimo de 80 por ciento de materia grasa y que no lleve fibras (Marca: Reny Picot, Puleva, Asturiana, Lorenzana,…)
***** Verificar que el azúcar glas al estar molido no esté contaminado de gluten. Mejor molerlo en casa.
Elaboración tradicional:
En un bol, batir el huevo y la leche con unas varillas o una batidora eléctrica.
Echar encima la harina, la levadura y el azúcar y mezclar primero con una espátula y luego con las manos o con las palas de una batidora eléctrica.
Debe de quedar una masa similar a las de las galletas que no se pegue en las manos, si no fuera el caso, podéis añadir un poquito más de harina, pero si está bien mezclado y habéis respetado las cantidades, no hace falta añadirla.
Formar una bola con la masa, colocarla sobre un papel sulfurizado con un poco de harina, aplanar levemente con las palmas de las manos, echar un poco más de harina en la superficie, colocar encima otro papel sulfurizado y aplanar nuevamente con la ayuda de un rodillo. Tenemos que dejar un grosor fino, como el de una galleta. Retiramos el papel sulfurizado y cortamos la masa en círculos con ayuda de un cortador de galletas de un diámetro de unos 6 cm. Con la masa sobrante que nos haya quedado, formar nuevamente un bola y repetir todos los pasos anteriores hasta conseguir usarla por completo.
Ahora vamos a colocar una cucharada de Nutella, solo en la mitad de los círculos de masas que tengamos. Se pone justo en el centro, dejando hueco a los lados para que podamos cerrarlo con el otro círculo de masa a los que no le hemos puesto relleno. Se cierra ambos círculos presionando los filos suavemente con las yemas de las manos. Os dejo debajo de la receta varias fotografías para que veáis mejor cada paso.
En una sartén, echar un trocito de mantequilla, no hace falta mucho, solo para que la superficie de la sartén quede con grasa. A fuego medio, vamos a ir haciendo los pastelitos. Ponerlos unos 3 a 4 minutos por cada cara, en el momento que estén dorados, voltear y calentar por la otra cara. Cada vez que volvamos a usar la sartén para otra tirada, limpiar la superficie con un papel de cocina y volver a echar un poco de mantequilla, de esta manera, los siguientes pastelitos no se llevan resto de grasas quemadas de los anteriores.
Por último, espolvorear azúcar glas y servir. Se pueden comer calientes o fríos, pero la primera opción es la ideal.
Elaboración en Thermomix:
Echar el huevo y la leche, mezclar 5 segundos en velocidad 8.
Incorporar la harina, la levadura y el azúcar y mezclar 1 minuto en velocidad espiga.
Formar una bola con la masa, colocarla sobre un papel sulfurizado con un poco de harina, aplanar levemente con las palmas de las manos, echar un poco más de harina en la superficie, colocar encima otro papel sulfurizado y aplanar nuevamente con la ayuda de un rodillo. Tenemos que dejar un grosor fino, como el de una galleta. Retiramos el papel sulfurizado y cortamos la masa en círculos con ayuda de un cortador de galletas de un diámetro de unos 6 cm. Con la masa sobrante que nos haya quedado, formar nuevamente un bola y repetir todos los pasos anteriores hasta conseguir usarla por completo.
Ahora vamos a colocar una cucharada de Nutella, solo en la mitad de los círculos de masas que tengamos. Se pone justo en el centro, dejando hueco a los lados para que podamos cerrarlo con el otro círculo de masa a los que no le hemos puesto relleno. Se cierra ambos círculos presionando los filos suavemente con las yemas de las manos. Os dejo debajo de la receta varias fotografías para que veáis mejor cada paso.
En una sartén, echar un trocito de mantequilla, no hace falta mucho, solo para que la superficie de la sartén quede con grasa. A fuego medio, vamos a ir haciendo los pastelitos. Ponerlos unos 3 a 4 minutos por cada cara, en el momento que estén dorados, voltear y calentar por la otra cara. Cada vez que volvamos a usar la sartén para otra tirada, limpiar la superficie con un papel de cocina y volver a echar un poco de mantequilla, de esta manera, los siguientes pastelitos no se llevan resto de grasas quemadas de los anteriores.
Por último, espolvorear azúcar glas y servir. Se pueden comer calientes o fríos, pero la primera opción es la ideal.
Consejos y trucos:
• Yo he usado un cortador de galletas redondo pero podéis usar uno alargado, cuadrado, rectangular… Si no disponéis de cortador, usa un vaso. Enharinar los filos para que sea más fácil cortar y que no se la masa.
• Con estas cantidades salen unos 12 pastelitos, aunque puede variar según el tamaño en que lo cortéis. Os recomiendo usar una sartén grande y así podéis hacerlo todos en dos rondas.
• Se conservan bien durante varios días en una caja hermética, mejor si es metálica.
• No os preocupéis si veis la masa muy fina, luego al cocinarse, por la levadura, aumentan de grosor.
Fuente: dulcesfrivolidades.wordpress.com