Las alitas son las partes más sabrosas de la carne del pollo, debido en parte a las grasas que contiene la piel que las rodea y que es difícil de retirar a la hora de cocinarlas. Por eso se recomienda cocinarlas al horno, con pocas grasas extras y como plato ocasional en una alimentación sana. La parte positiva, es su alto contenido en la vitamina B6 o piridoxina, una vitamina recomendable para las personas diabéticas, asmáticas o con problemas de depresión. Para esta receta, he rociado las alitas en una deliciosa salsa que os provocará que os chupéis los dedos y mojar pan en la salsa sobrante.
Ingredientes:
• 1 k de alitas de pollo
• 1 cucharada de miel
• 3 cucharadas de salsa de soja
• 1 cucharadita de pimentón dulce
• 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• Sal
Elaboración tradicional:
Precalentar el horno a 220º.
Limpiar las alitas y colocarlas en una bandeja de horno.
En un bol, mezclar el resto de ingredientes excepto la sal.
Con la ayuda de una brocha, untar las alitas por ambos lados. Si sobra salsa, reservarla para rociarlas a mitad de cocción. Salar las alitas.
Bajar el horno a 200º y hornearlas 10 minutos, retirarlas del horno para darles la vuelta, rociarla con la salsa sobrante y hornearlas otros 10 minutos. Servir.