He estado más de una semana de parón en publicaciones en la web, por un lado, he tenido poco tiempo libre y por otro, no tenía ánimos. Hoy por hoy, en España estamos en estado de alarma desde este sábado por el tema del COVID-19. Desde el lunes pasado mi inquietud de que el problema de este virus iba a más, fue creciendo día tras día, hasta que a partir del jueves, todo, y seguidamente, fue cambiando, creando intranquilidad e inestabilidad.
Aunque el Gobierno desde el jueves nos rogaba que nos quedásemos en casa y saliéramos lo menos posible, una parte de nuestra sociedad, inconscientemente quiero pensar, salía a la calle a disfruta de los días soleados que estaba haciendo en nuestro país. No fue hasta el sábado, que se declaro el estado de alarma, cuando con él, se obligaba a mantener cerrado todos los negocios excepto los que el Gobierno indico que eran de primera necesidad y el deber de mantenerse en casa a no sé que se tuviera motivos justificados para la salida. Así pues, desde el sábado unos y desde el domingo otros, nos intentamos mantener en una cuarentena; algunos con coherencia y otros de una manera poco razonable, intentado saltarse las prohibiciones o acaparando en exceso alimentos, entre otras cosas. Hasta gente no lo deseo nada malo, pero no les incluyo entre los que considero personas que están salvando vidas, porque somos los que nos quedamos en casa junto a los que no le quedan más remedio que trabajar los que ponemos un granito de arena para ganar la batalla a este virus y que no haya un colapso en la sanidad.
Y de paso, quiero dar un gran aplauso para todos los trabajadores que tiene que dar la cara en su trabajo, sabiendo que tiene que salir a correr un riesgo porque debe de cumplir con su labor, desde un médico a una limpiadora, pasando por un policía o una cajera de supermercado. Y también ese mismo aplauso a todos esos autónomos y empresas, sobre todo las pequeñas pymes, que sabiendo que van a estar un tiempo si ganar un solo duro, muchos de ellos tomaron la iniciativa de quedarse en casa aun cuando no se había declarado el estado de alarma. Por gente como vosotras sigue existiendo la humanidad.
Por mi parte, intentaré poneros recetas sencillas, como siempre, en las que los ingredientes sean pocos y fáciles de encontrar, y si no se diera el caso, que sean sustituibles por otros alimentos similares. Al final de la receta, en Consejos y trucos, os iré poniendo por cuales ingredientes se pueden sustituir. Intentare poner algunas recetas para realizar con los más pequeños y así que ellos colaboren en la cocina y se diviertan en su encierro. Ese es mi granito de arena, que empieza con una simple crema de judías verdes, que podéis prepara para una comida, ya que no vamos a gastar muchas energías, o si sois muy glotones, con unos filetes de ave o pescado. Las verduras y frutas son primordiales porque contribuyen al mantenimiento de una buena salud, así que al menos dos veces a la semana, sería un buen plan una crema de verdura, y si queréis mas recetas con cremas de verdura, pichar aquí.
Ingredientes:
• 150 g de puerros
• 30 g de aceite de oliva virgen extra
• 300 g de calabacín
• 400 g de judías verdes
• Pimienta
• 600 g de caldo de verdura *
• Sal
* Usar caldo casero o verificar que no contenga gluten.
Elaboración tradicional:
En una olla, rehogar unos minutos, el puerro en rodajas finas con el aceite.
Añadir el calabacín en trozos con piel y las judías troceadas. Rehogar unos minutos más.
Agregar pimienta al gusto y el caldo. Cocinar hasta que las judías estén tiernas, sobre unos 15 a 20 minutos.
Con ayuda de una batidora eléctrica, triturar hasta que no tenga grumos, y luego pasar por un chino o colador para que quede la crema con una textura fina.
Probar y añadir sal si fuera necesario. Servir con unas gotas de aceite de oliva virgen extra.
Elaboración en Thermomix:
Echar el puerro en rodajas y el aceite. Picar 4 segundos en velocidad 5. Luego rehogar 5 minutos en temperatura 120º (en TM31 a temp. varoma) a velocidad cuchara.
Añadir el calabacín en trozos y con la piel y las judías troceadas. Programar 5 minutos en temperatura 120º (en TM31 a temp. varoma) a velocidad cuchara.
Agregar pimienta al gusto y el caldo. Programar 20 minutos en temperatura 100º a velocidad cuchara.
Esperar unos minutos a que baje un poco la temperatura antes de triturar, y pasado el tiempo, programar 1 minuto del 5 al 10.
Probar y añadir sal si fuera necesario. Servir con unas gotas de aceite de oliva virgen extra.
Consejos y trucos:
• Podéis usar judías verdes redondas o planas, frescas o congeladas, cambiar el calabacín por calabaza o patata, el puerro por cebolla o cebolleta y el caldo de verdura por caldo de ave o carne o simplemente agua con sal.
Fuente: Plataforma Cookidoo