Llevamos un fin de semana de lluvias y tormentas sin parar, pero solo eso, pues el calor no se va. Cierto es que han bajado un poco las temperaturas pero no tanto para decir que ya está llegando el otoño, pues aún creo que nos queda verano para un tiempo. En días así, me apetece quedarme en casa y salir menos, y es cuando me meto más tiempo en la cocina para elaborar recetas o experimentar con ellas. La receta de hoy son unas croquetas de espinacas a las que le he añadido parmesano, un queso que le va de maravilla. El resultado ha sido exquisito, hasta mi hijo que todo lo verde no le gusta, se las ha comido sin rechistar. Espero que os guste!
Ingredientes:
• 50 g de aceite de oliva virgen extra
• 50 g de cebolla
• 350 g de espinacas frescas
• Sal
• 50 g de mantequilla *
• 90 g de harina **
• 400 g de leche
• 75 g de queso parmesano en polvo o rallado ***
• Huevo
• Pan rallado ****
• Aceite de oliva suave para freír
* Usar mantequilla con un mínimo de 80 por ciento de materia grasa y que no lleve fibras (Marcas: Reny Picot, Puleva, Asturiana, Lorenzana,…)
** Usar harina sin gluten: de arroz, Maizena, preparado de Schär ,… Mismas cantidades.
*** Cuidado con comprar queso rallado o en polvo pues podría estar contaminado. Mejor comprarlo entero y rallarlo en casa. Si se tiene una Thermomix o similar, se puede hacer en polvo triturándolo a máxima velocidad unos segundos.
**** Usar pan rallado sin gluten (Marcas: Schär, Beiker, Gallo sin gluten, Santa Rita, Adpan, Proceli, Hacendado,…)
Elaboración tradicional:
En una sartén, pochar la cebolla picada con dos cucharadas de aceite. Cuando cojan color, agregar la espinaca picada finamente y un poco de sal. Rehogar unos minutos, hasta que la espinaca se haya reducido en una tercera parte. Retirar del fuego y dejar reposar en un colador para que vaya soltando todo el líquido.
En la misma sartén, incorporar la mantequilla con una cucharada de la mezcla de espinaca y un poco de sal. Cuando se derrita la mantequilla, agregar la harina y tostarla un minuto sin dejar de remover. Verter la leche poco a poco, sin dejar de remover, hasta conseguir una bechamel suave. Retirar del fuego, añadir el resto de espinaca y queso parmesano, y mezclar. Volcar sobre un recipiente y dejar enfriar en el frigorífico. Formar las croquetas y rebozarlas primero en pan rallado, luego en huevo batido y por último, nuevamente, por pan rallado. Congelar.
Freírlas en aceite caliente y servir.
Elaboración en Thermomix:
Echar en el vaso los 50 g de aceite y la cebolla. Programar 3 minutos en temperatura varoma a velocidad 3 1/2.
Agregar las espinacas troceadas y un poco de sal. Rehogar 5 minutos en temperatura varoma a velocidad cuchara. Luego triturar 4 segundos en velocidad 5. Reservar en un colador para que vaya soltando todo el líquido.
Sin lavar el vaso, añadir la mantequilla, una pizca de sal y una cucharada de la mezcla de espinaca. Programar 3 minutos en temperatura varoma a velocidad 3.
Incorporar la harina y tostarla 1 minuto en temperatura 100º a velocidad 2 1/2.
Verter la leche y mezclar 10 segundos en velocidad 6, luego programar 7 minutos en temperatura varoma a velocidad 4.
Añadir la espinaca reservada y el queso parmesano, y mezclar con la espátula. Volcar sobre un recipiente y dejar enfriar en el frigorífico. Formar las croquetas y rebozarlas primero en pan rallado, luego en huevo batido y por último, nuevamente, por pan rallado. Congelar.
Freírlas en aceite caliente y servir.