Tengo una nueva compañera que tiene nacionalidad griega así que imaginaros que fue de las primeras cosas que le pude preguntar de su maravillosa tierra. Grecia tiene una gastronomía bastante variada y rica, con una gran influencia tanto mediterránea como turca, pero menudos nombres le ponen a sus recetas!! Ahora que lo pienso, mañana tengo que preguntarle porque en su país se usan tanto la K. Bueno, dejemos mis meditaciones aparte y centrémonos en la receta y en el cocinero que me recomendó esta compañera para buscar recetas tradicionales griegas. Al final de la receta os dejo el video de donde la saque, y no digo nada del cocinero, solo decir que mi compi me aconsejó muy pero que muy bien. Y la primera receta que elegí fueron estas bolitas que me llamarón la atención por su manera de elaborarse y por la pinta que tenían. En Grecia se llaman loukoumades y también son conocidas en Turquía, país vecino, como lokmas. Estaréis de acuerdo conmigo que son más fácil de comer que de pronunciar!
Ingredientes:
• 380 g de agua
• 7 g de levadura seca de panadero *
• 1 cda. azúcar
• 2 cda. aceite de girasol
• Miel
• Canela molida *
• Una pizca de sal
• 500 g de harina de trigo común *
• Aceite de girasol u oliva suave para freír
* Verificar que tanto la canela como la levadura no contengan gluten. Usar mismas cantidades de harina pero sin gluten, por ejemplo la panificable o la Mix B de Schär.
Elaboración tradicional:
Calentamos unos segundos el agua en el microondas, no tiene que quedar muy caliente, más bien tibia. Agregamos la levadura y batimos con varillas.
Añadimos el azúcar, las dos cucharadas de aceite, 1 cucharadita de canela, otra de miel y una pizca de sal. Mezclar nuevamente con varillas.
Vertemos la harina y mezclamos, primero con una espátula o lengua de gato y luego con las manos. Debe de quedar una masa elástica y pegajosa. Tapamos con film transparente y dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble el volumen, sobre una hora.
Una vez pasado el tiempo, destapamos y con una mano, eliminamos el aire de la masa, introduciéndola dentro de la masa y volviendo a mezclar. Para ello es mejor tener la mano engrasada con aceite.
Ahora solo queda freír la masa en forma de bolita. Vamos a tener preparado una buena sartén (en mi caso use un wok) llena de aceite caliente, un bol o vaso con aceite, una cuchara y una fuente con papel de cocina para ir echando los lokmas una vez dorados.
Para formar las bolitas no vamos ayudar de la cuchara engrasada en el aceite del vaso y de nuestras propias manos. Con una mano, cogeremos una pequeña cantidad de masa, cerraremos la mano en forma de puño y veremos cómo sale parte de la masa por la parte superior del puño. Con la cuchara engrasada, sacaremos esa cantidad de masa que asoma formando una bolita un poco deformada que una vez se empiece a freír, se inflará y quedara más redonda. No coger mucha masa, un poco menos de la mitad de una cuchara. Vais echando las bolitas en el aceite caliente (a fuego medio/alto), empapáis de nuevo la cuchara en aceite, apretar el puño para que vuelva a salir más masa y repetimos el mismo proceso. Una vez que tengáis una buena cantidad de bolitas en la sartén, con una espumadera, ir dándoles vueltas para que se frían por todos los lados por igual. Cuando cojan color, sacar y dejar escurrir. Repetir los pasos con el resto de la masa.
Una vez escurridas, la colocamos en un plato, rociamos con miel y espolvoreamos canela molida. Servir y comer calentitas.
Elaboración en Thermomix:
Echamos el agua y la levadura en el vaso. Programamos 3 minutos 37º a velocidad 2.
Añadimos el azúcar, las dos cucharadas de aceite, 1 cucharadita de canela, otra de miel y una pizca de sal. Mezclamos 5 segundos en velocidad 5.
Incorporamos la harina, mezclamos 10 segundos en velocidad 5. Luego amasamos 1 minuto en velocidad espiga. Quedará una masa elástica y pegajosa que debemos de verter sobre un bol, tapamos con film transparente y dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble el volumen, sobre una hora.
Una vez pasado el tiempo, destapamos y con una mano, eliminamos el aire de la masa, introduciéndola dentro de la masa y volviendo a mezclar. Para ello es mejor tener la mano engrasada con aceite.
Ahora solo queda freír la masa en forma de bolita. Vamos a tener preparado una buena sartén (en mi caso use un wok) llena de aceite caliente, un bol o vaso con aceite, una cuchara y una fuente con papel de cocina para ir echando los lokmas una vez dorados.
Para formar las bolitas no vamos ayudar de la cuchara engrasada en el aceite del vaso y de nuestras propias manos. Con una mano, cogeremos una pequeña cantidad de masa, cerraremos la mano en forma de puño y veremos cómo sale parte de la masa por la parte superior del puño. Con la cuchara engrasada, sacaremos esa cantidad de masa que asoma formando una bolita un poco deformada que una vez se empiece a freír, se inflará y quedara más redonda. No coger mucha masa, un poco menos de la mitad de una cuchara. Vais echando las bolitas en el aceite caliente (a fuego medio/alto), empapáis de nuevo la cuchara en aceite, apretar el puño para que vuelva a salir más masa y repetimos el mismo proceso. Una vez que tengáis una buena cantidad de bolitas en la sartén, con una espumadera, ir dándoles vueltas para que se frían por todos los lados por igual. Cuando cojan color, sacar y dejar escurrir. Repetir los pasos con el resto de la masa.
Una vez escurridas, la colocamos en un plato, rociamos con miel y espolvoreamos canela molida. Servir y comer calentitas.
Aquí podéis encontrar un video dónde podéis ver como formar las bolitas con la cuchara: https://www.youtube.com/watch?v=tHcrj3n-3BU
Consejos y trucos:
• Os recomiendo solo freír las bolitas que os vayáis a comer al momento, ya que una vez frías se endurecen y ya no están tan buenas. Para que os hagáis una idea, sería como comeros los churros fríos. La masa que os sobra sin freír, podéis guardarla en el frigorífico, en el mismo bol y tapada con film.
• Además de rociarla con miel y canela, también podéis añadir simplemente azúcar glas, almíbar o chocolate derretido.
Fuente: www.akispetretzikis.com
Buenísimos