Seguimos con recetas de Halloween y hoy toca una receta bastante conocida, simpática y muy rápida y fácil de elaborar. Estos murciélagos tan sabrosillos son unas bolitas de queso de untar rebozadas en crocanti de almendra, toda una delicia de combinación. Se puede también rebozar en otro tipo de frutos secos, aunque este tipo le va ideal. Los ojos podéis poner lo que tengáis a mano y que pueda servir para esa función, que en mi caso ha sido bolitas de azúcar de color negra. Por internet he visto usar granos de pimienta, clavos, arándanos, trozos de aceitunas negras, gotitas de chocolate… eso ya os lo dejo a vuestro gusto. Os recomiendo acompañarlo de algo que se pueda untar, como más nachos o rebanada de pan, ya que las bolitas en cuestión son unas buenas porciones de queso cremoso. Os ánimo a elaborarla, más si tenéis peques en casa, que ya veréis lo que les van a gustar, tanto en imagen como en sabor.
Ingredientes:
• 250 g de queso de untar tipo Philadelphia *
• 200 g de crocanti de almendra *
• Bolitas de azúcar de color negra o roja *
• Un puñado de nachos *
* Verificar que los ingredientes no contenga gluten: El queso de untar sin sabor añadido o hierbas; Usar crocanti marca Oleander o cubitos de almendra de Hacendado; Nachos sin gluten, hay varias marcas: Sol Natural, Carrefour, Hacendado…
Elaboración tradicional:
Con las manos, formar pequeñas bolitas (más pequeña que una nuez y más grande que una cereza) de queso de untar. En este paso no hace falta que queden completamente redondita. Introducir en el congelador unos 10 minutos.
Sacarlas y rebozarlas con crocanti y, ahora sí, dar la forma completa de bolita. Colocarlas en la fuente donde se vaya a servir.
Con cuidado de no apretar mucho, colocar las bolitas como si fueran ojitos y un par de nacho imitando las alas.
Servir acompañados de más nachos o tostas.