En mi cocina, el hacer pan era una asignatura pendiente… hasta que los Reyes Magos me trajeron una panificadora.
La panificadora es un electrodoméstico muy sencillo de usar, con el cuál puedes conseguir un pan natural usando muy poco de tu tiempo libre, ya que solo debes de echar los ingredientes pesados en la cubeta y programar al aparato con tres sencillos pasos. Ahorras el tener que amasar a mano, que en parte es lo placentero de hacer pan, pero si no tienes mucho tiempo libre y quieres comer un pan hecho por ti, este robot es buena solución.
También es una buena opción para aquellas personas que por razones de alergias o intolerancias, deben de comer un tipo de pan que no es posible encontrarlo en su panadería o tienda del barrio. Además de abaratar el coste del pan cuando lo hace uno mismo.
En mi caso, intente varias veces hacer pan con la Thermomix o a mano y siempre me salieron fallidas. Con lo único que medianamente me salía bien era amasando con la KitchenAid, pero luego, los levados eran muy lentos, y en ocasiones no podía hornear el pan hasta que pasaba un día entero. Con la panificadora esto cambia, en poco menos de tres horas, podemos tener un pan recién hecho con el mínimo esfuerzo.
Es básicamente un electrodoméstico para hace pan en su cubeta, pero también tiene la opción de solo amasar con una primera fermentación para luego formar panes, bollos o baguette, finalizando el proceso en el horno. Igualmente tiene otras funciones como el de hacer masa para pizza o pasta fresca, bizcochos, mermeladas, bechamel,… También se puede programar para que se encienda en un momento dado y se haga el pan para una hora en concreto, como por ejemplo, para tener pan recién horneado en los desayunos. Yo suelo usarlo normalmente para hacer pan, masa de pizza o bollería.
No sabría especificar que marca de panificadora es la mejor, ya que casi todas son muy similares, tanto en calidad como en la variedad de funciones. Quizás algo a tener en cuenta a la hora de elegir un modelo, es su consumo energético y las dimensiones del robot. En casa tenemos el modelo PN5000 de Ufesa, con 11 programas automáticos (básico, francés, integral, dulce, rápido, sin gluten, masa, pasta fresca, mermelada, hornear y baguette), selección de tamaño del pan y grado de sus tostado, función para mantener caliente el pan durante un tiempo, programación de la hora de comienzo y dispensador para semillas. El precio ronda sobre unos 110 euros, aunque en el mercado se pueden encontrar otros modelos desde los 50 a los 200 euros, siendo una de las más vendidas el modelo de Silvercrest del Lidl.
Su uso es muy fácil, son menús muy simple de usar (solo debes de pulsar el botón) y aparte tienen otros botones como son el tamaño del pan (suele ser aproximadamente el peso de los ingredientes) y el grado de su tueste (blanco, medio o tostado) Su limpieza y mantenimiento, igualmente, es muy sencilla.
Dos únicas pegas puedo tener de este robot. La primera en su tamaño, es un aparato bastante grande, por lo cual se debe de tener un buen sitio en la cocina. La segunda es que hay que está pendiente de cuando finaliza el horneado del pan (suele avisar con unos leves pitidos), ya que se debe de sacar de la cubeta lo antes posible, debido a que con el calor del propio pan, este suele sudar y si no lo dejamos reposar sobre una rejilla, se humedece.
¿Y lo mejor de este aparato? El olor tan rico que te deja en casa cada vez que horneas un pan.