Toca ya recetas de cucharas, las que casi todos nos gustan, por su sabor, por los fáciles que son de elaborar (casi toda va para dentro de la olla de un tirón) o porque son bastante económicas, algo que en estos tiempos es necesario. Además, son muy resultona, ya que con “las sobras” podemos elaborar otras recetas. La que hoy os pongo es muy similar a un cocido ligero, solo con pollo y sin piel, para que aporte pocas grasas; además, lleva judías verdes, que quedan geniales con estos guisos. Ideal para persona quieran alimentarse de una manera sana y completa, y por supuesto, para que los peques de la casa coman más verdura.
Ingredientes:
• 100 g de garbanzos
• 1 hueso blanco
• 2 contramuslo de pollo sin piel
• 2 zanahorias cortadas en rodajas
• 1 patata grande chascada en trozos
• 1 trozo de apio
• 150 g judías verdes en trozos
• Sal
Elaboración tradicional:
Ponemos en la víspera a remojar los garbanzos.
Al día siguiente, ponemos una buena cantidad de agua a hervir en una olla tradicional u olla rápida. Cuando hierva, incorporamos los garbanzos sin el agua del remojo y el resto de los ingredientes.
Si lo cocinamos en una olla normal, tendremos que tenerlo a fuego medio/alto sobre una hora y media aproximadamente. Si lo hacemos en una olla rápida o exprés, tapamos y programamos en la anilla 2. A partir de que la válvula suba, calculamos 20 minutos con el fuego casi al mínimo. Después, despresurizamos con cuidado.
Eliminamos el hueso blanco y sacamos los contramuslos de pollo para eliminar los huesos y desmenuzar la carne, añadiéndola de nuevo al guiso.
Ya solo quedar servir tal cual o acompañarlos con unos fideos finos que coceremos unos minutos con un poco del caldo.
Consejos y trucos:
• A mí me gusta desengrasar el caldo de los pucheros para eliminar la mayor cantidad de grasa posible que estos lleven. Primero quito parte de las impurezas que se crean en forma de espuma cuando al principio se está cocinando, y luego, al finalizar, paso el caldo a una jarra desgrasadora a través de un colador. Si no tenéis esta jarra, podéis usar un colador con unas gasas para que se queden en estas las grasas. También podéis hacer el guiso con tiempo e introducirlo en el frigorífico, creando la grasa una capa dura en la superficie que tendremos que retirar antes de calentar.
• Otro truquillo para dar más color al caldo y un poquito de sabor, es echar unas hebras de azafrán al final de la cocción.
• Os animo a que uséis una hermosa olla para poder echar bastante agua, os saldrá un caldo muy rico y sano que os puede servir tanto para sopas para los siguientes días o como base de otra receta. Yo lo congelo en bote de medio litro o un litro (hay unos recipientes herméticos que vende el Mercadona que vienen ideal, pues tienen señalado hasta la cantidad) y los voy usando a medidas que los necesito.
Fuente: eltiovivorojo.es