Las tortillas triunfan durante todo el año aunque en verano, con las reuniones playeras o domingueras, se hace un plato indispensable. La que más triunfa es la de patata, la típica Made in Spain, que para mí, si lleva un poco de cebolla dulce es insuperable. La que os pongo en esta entrada es una combinación muy original y que al menos, en nuestra casa, ha gustado muchísimo. La mezcla de los espárragos con el queso es perfecta y la almendra le da un toque diferente y crujiente que la hace aún más rica. Y mirar que corte tan bonito que tiene!!! ¿Una información curiosa, sabéis la diferencia entre espárragos verdes y trigueros?, ¿Sí?, ¿No? Pues bien, espárragos verdes son los que se cultivan durante todo el año para luego venderlos, mientras, los trigueros son espárragos silvestres que crecen entre los matorrales o en los campos de trigo (de ahí viene su nombre) en los meses de la primavera. Y hablando de espárragos, os apetece otra receta con ellos, pues mirar esta: Espárragos y salmón con aderezo de mostaza y frutos secos.
Ingredientes:
• 120 g de queso manchego
• 30 g de almendras fileteadas
• 1 manojo de espárragos verdes finos
• Aceite de oliva virgen extra
• 8 huevos de tamaño M
• Sal
• Pimienta
Elaboración tradicional:
Rallar el queso manchego, reservar.
Poner a dorar las almendras en la sartén donde vayamos a cuajar la tortilla, a fuego medio y sin aceite. Reservar cuando estén tostadas.
Limpiar los espárragos, eliminar la parte dura de los tallos, cortar las puntas enteras (sobre unos 3 cm) y con el resto de los tallos, cortarlos en rodajas. Saltearlos en la misma sartén que hemos usado antes, con un chorrito de aceite. Reservar las puntas por un lado y las rodajas de los tallos por otro.
En un bol, batir los huevos con sal y pimienta. Agregar el queso, la mitad de las almendras y las rodajas de los tallos. Mezclar, echar sobre la sartén caliente con una pizca de aceite e ir cuajando a fuego lento.
Cuando se vea que se está cuajando por la parte central, echar las puntas de espárragos y seguir cocinando. Pasado un tiempo, voltear la tortilla y cuajar por la otra cara.
Servir caliente y acompañada de las almendras sobrantes.
Elaboración en Thermomix:
Triturar el queso manchego con varios golpes turbos, reservar.
Poner a dorar las almendras en la sartén donde vayamos a cuajar la tortilla, a fuego medio y sin aceite. Reservar cuando estén tostadas.
Limpiar los espárragos, eliminar la parte dura de los tallos, cortar las puntas enteras (sobre unos 3 cm) y con el resto de los tallos, cortarlos en rodajas. Introducirlos en el vaso junto a 30 g de aceite y saltearlos 12 minutos en temperatura varoma con giro a la izquierda y a velocidad cuchara. Reservar las puntas por un lado y las rodajas de los tallos por otro.
Sin lavar el vaso, echar los huevos con sal y pimienta. Batir 10 segundos en velocidad 4.
Agregar el queso, la mitad de las almendras y las rodajas de los tallos. Mezclar con ayuda de la espátula, echar sobre una sartén caliente con una pizca de aceite e ir cuajando a fuego lento.
Cuando se vea que se está cuajando por la parte central, echar las puntas de espárragos y seguir cocinando. Pasado un tiempo, voltear la tortilla y cuajar por la otra cara.
Servir caliente y acompañada de las almendras sobrantes.
Consejos y trucos:
• Para conservar los espárragos frescos durante varios días debéis poner en remojo la base. Se corta un poco los tallos y se colocar en un vaso o jarra con agua, como si fuera un ramo. Las puntas, que son más delicadas, las envolveremos en film transparente para que frío no las queme.
• A la hora de limpiar los espárragos lo haremos con cuidado, ya que las punta tienden a romperse. Una vez limpio, lo secamos con suavidad con papel de cocina y eliminamos la parte dura del tallo. Para saber cuál es la parte dura basta con presionar con las yemas de los dedos un poco cada tallo, notaremos una parte más blanda que otra. La parte dura la podemos usar para una crema de verdura o como base de unas lentejas.
• Podéis usar otro tipo de queso, aunque el manchego le va de maravilla. Cualquier queso de oveja es válido y con parmesano debe de estar de”muerte”.
• La tortilla se puede comer fría o caliente, aunque de la segunda manera es la más correcta, pues son ingredientes que se enriquecen con temperatura. Sea como sea, las almendras que van por encima, colocarlas justo antes de servirla.
Fuente: www.directoalpaladar.com