Buñuelos o rosquillas de candil

La receta de hoy es un clásico dulce español típico de la Semana Santa, y como estamos llegando a ella, pues os dejo esta riquísima receta en la que lo único complejo es que vais a necesitar una buñolera o molde de rosquilla de candil, aunque también podéis hacerlo con rosquillera, o aún más complicado, con se declarara el estado de alarma. Es fácil de encontrar en cualquier tipo de tienda que vendan menaje de cocina y en tiendas de Internet, y suelen ser muy económicas.
Y ya puesto con dulces típicos de semana santa, os dejo otros más para que podáis degustarlos: Buñuelos de calabaza tradicionales, buñuelos de crema pastelera, fardelejos de Arnedo, huesillos extremeños, pestiños o borrachuelos y leche frita.

Ingredientes:
• 375 g de harina de repostería *
• 1 sobre de levadura química *
• Una pizca de sal
• 4 huevos de tamaño L
• 200 g de azúcar blanquilla
• 100 g de licor de anís seco
• 100 g de aceite de oliva virgen extra
• 100 g de leche entera
• La ralladura de 1 limón
• Aceite de oliva o de girasol para freír
• Azúcar y canela molida para rebozar las rosquillas *


*Sustituir la harina por harina de repostería sin gluten, por ejemplo la Schär Mix C. Verificar que tanto la levadura como la canela molida no contenga gluten o trazas.

Elaboración tradicional:
Tamizar la harina junto a la levadura y la sal. Reservar.
Batir los huevos y azúcar hasta que veamos que el azúcar se haya disuelto.
Incorporar el anís seco, el aceite, la leche y la ralladura de limón. Mezclar.
Añadir la mezcla tamizada poco a poco, sin dejar de batir hasta que esté integrada en la mezcla.
Dejar reposar la masa durante 30 minutos.
Poner una olla con una buena cantidad de aceite, el tipo al gusto de cada uno, y calentar. Cuando el aceite coja temperatura, introducir la buñolera para que se caliente. Cuando esté caliente, sacarla sin que lleve aceite por dentro y llenarla hasta la mistad con parte de la masa. Volver a sumergirla en el aceite y sin sacarla, dejar que la rosquilla se vaya cocinando. Cuando veías que la rosquilla se suelta del molde, ya podéis sacarlo y volver a repetir la misma operación. Las rosquillas se deben de dorar por ambas caras y cuando tenga color, sacarlas y dejarlas reposar en una fuente con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Por último, cuando estén tibias, rebozarla en una mezcla de azúcar y canela. Listo.

Elaboración en Thermomix:
Introducir la harina junto a la levadura y sal, tamizar la mezcla unos segundos desde la velocidad 5 a la 10. Reservar.
Batir los huevos y azúcar 2 minuto en velocidad 3 ½.
Incorporar el anís seco, el aceite, la leche y la ralladura de limón. Mezclar 10 segundos en velocidad 4.
Añadir la mezcla tamizada y mezclar 15 segundos en velocidad 4.
Dejar reposar la masa durante 30 minutos.
Poner una olla con una buena cantidad de aceite, el tipo al gusto de cada uno, y calentar. Cuando el aceite coja temperatura, introducir la buñolera para que se caliente. Cuando esté caliente, sacarla sin que lleve aceite por dentro y llenarla hasta la mistad con parte de la masa. Volver a sumergirla en el aceite y sin sacarla, dejar que la rosquilla se vaya cocinando. Cuando veías que la rosquilla se suelta del molde, ya podéis sacarlo y volver a repetir la misma operación. Las rosquillas se deben de dorar por ambas caras y cuando tenga color, sacarlas y dejarlas reposar en una fuente con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Por último, cuando estén tibias, rebozarla en una mezcla de azúcar y canela. Listo.

Consejos y trucos:
• En las recetas dulces es muy difícil sustituir los ingredientes pero por ejemplo, podéis usar harina de trigo normal, de repostería o bizcochona. Esta última, si es vuestra opción, no añadir la levadura pues ya la lleva. El aceite que lleva la masa se puede cambiar por aceite de oliva virgen o aceite de oliva suave. El licor de anís es mejor que sea seco pero se podría usar el dulce. La leche es mejor entera, ya que le va a dar más cuerpo a la mezcla, se podría sustituir por una sin lactosa para las personas con intolerancia. La ralladura de limón se puede sustituir por la ralladura de otro cítrico o por aroma. Podéis rebozar con o sin canela, lo principal es el azúcar.
• El aceite para freír mejor si es de oliva, aunque sino tenemos o nos supone demasiado coste, usar el de girasol.
• El aceite no debe de estar tampoco muy caliente, pues entonces las rosquillas se romperán. Lo ideal es pone al fuego un poco más de la mitad de la temperatura del fogón y empezar a freír cuando el aceite haya cogido temperatura.
• Se usa una olla alta para que podamos sumergir la buñolera sin problema. No es preocupéis si las primeras rosquillas no os sale bien, normalmente, le suele pasar a todo el mundo.
• No poner a freír más de tres o cuatro rosquillas a la vez, pues el aceite se puede enfriar, estropeando las rosquillas.
• La buñolera debe de estar caliente antes de usarla, así evitamos que la masa se pegue a ella. Por eso lo sumergimos en el aceite.
• Para rellenar la buñolera podéis simplemente meter el cucharón en la masa o rellenarla con una cuchara. Yo uso una técnica más limpia y cómoda. Relleno un depósito de biberón grande de salsa (como los depósitos de kétchups) y con ayuda de él, relleno la mitad de la buñolera. Rápido y sencillo.
• Con esta receta me salieron por lo menos unas 30 rosquillas que duran bastantes días tiernas, no sabría cuanto, porque en mi casa desaparecieron en cinco días, y aun en el último día estaban tiernas.
• La podéis conservar dentro de una caja de cartón o metal.
• La buñolera es un accesorio de cocina económico que podéis encontrar con facilidad en tiendas de menaje de cocina. Si no tenéis este accesorio podíais usar rosquillera o una manga pastelera aunque no os puedo asegurar que queden bien en su forma, ya es según la maña que tengáis.

Fuente: www.cocinandoentreolivos.com

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